El periodismo fotográfico, periodismo gráfico, fotoperiodismo o reportaje gráfico es un género del periodismo que tiene que ver directamente con la fotografía, el diseño gráfico y el vídeo. Los periodistas que se dedican a este género son conocidos por lo general como reporteros gráficos o fotoperiodistas y en su mayoría son fotógrafos versados en el arte. El desarrollo del periodismo gráfico puede rastrearse desde los mismos inicios del desarrollo de la fotografía y tiene una notable relación con la fotografía artística. El periódico utilizó la fotografía por primera vez en 1880, en el Daily Graphic de Nueva York y desde entonces el periodismo ha integrado la imagen como medio objetivo y representativo de un hecho.
Paradójicamente, el desarrollo de la fotografía periodística se ha realizado especialmente en los conflictos políticos de los diferentes países o en las confrontaciones bélicas. El papel de los fotoperiodistas ha sido vital para registrar la historia de acontecimientos como la Guerra Civil Española, la Guerra de la Triple Alianza, la Guerra Hispano-Estadounidense, la Guerra de Vietnam y las dos guerras mundiales, entre muchas otras confrontaciones bélicas. Precisamente la denominada edad dorada del fotoperiodismo (1930 - 1950) coincide con la II Guerra Mundial, tiempo en el cual se dio un notable avance tecnológico de la fotografía de guerra.
Con el desarrollo de las técnicas de impresión gracias a la invención de la impresora Offset, la fotografía periodística alcanzó mejores niveles de calidad en las publicaciones impresas. Por su parte, la incursión de nuevas tecnologías como Internet originó una nueva etapa del periodismo a nivel global, conocida como periodismo digital, que afectó muy especialmente al fotoperiodismo. Los grandes acontecimientos que inauguraron elsiglo XXI, como los atentados del 11 de septiembre de 2001, la invasión de Irak de 2003 y el Tsunamí del océano Índico de 2004, entre otros, generaron una notable cantidad de información visual en la que participaron las nuevas tecnologías en manos de aficionados. Esto ha llevado a algunos observadores a hablar de "crisis del periodismo" y a otros a señalar el inicio de una nueva era en el oficio de la información.
El fotoperiodismo en nuestro país cada año crece y crece más debido a su gran auge en la ciudad por saber lo que esta sucediendo en vivo y en directo desde cualquier lugar. Todos nosotros como personas hemos forjado a que este estilo de fotografía y de periodismo crezca mas en nuestro país y cada vez se vuelva más grande.
Algo nuevo está sucediendo en las revistas colombianas. En los últimos meses los lectores se han encontrado con una especie de Halloween periodístico. No han sido pocos los-personajes de la vida nacional que han apare-cido en distintos reportajes gráficos ataviados con insólitos atuendos.Hasta hace poco eso de disfrazar personajes era un recurso que se realizaba en computador. La técnica, conocida como fotomontaje, permite colocar, por ejemplo, el rostro de un ministro en el cuerpo de Supermán y se hace en cuestión de minutos. Por eso, en el agite periodístico, a nadie se le ocurriría pedirle al funcionario que se coloque el traje del hombre de acero y pose ante un fotógrafo. Sin embargo eso es lo que se ha visto últimamente.A nivel internacional la pionera en el periodismo fotográfico es la revista Vanity Fair, que invierte en las tomas tanto tiempo y creatividad como el que demanda la investigación de sus artículos. En Colombia, la primera que incursionó en esta modalidad fue la revista Cromos, que el pasado día de las brujas publicó a algunas personalidades disfrazadas como los personajes que soñaron ser cuando niños. En esa edición los lectores se encontraron, entre otros, al ex alcalde de Bogotá Jaime Castro vestido de Cristóbal Colón, al general Rosso José Serrano ataviado con blusa de golas como mosquetero y al alcalde de Pasto, Antonio Navarro Wolf, caracterizando a Robin Hood. Después de eso, la nueva modalidad ha hecho carrera. En la edición de noviembre la revista Diners reunió a todos los directores de de las programadoras, quienes posaron 'control en mano'. Y en su más reciente edición la sorpresa fue encontrar al embajador de Estados Unidos posando junto al ministro del Interior como 'la pareja dispareja' del año.La siguiente en adoptar el nuevo estilo fue la revista Aló, que en su edición de diciembre tiene en portada un pesebre, en el cual San José es el director de la Policía Nacional, Rosso José Serrano; la Virgen es la nueva soberana de la belleza, Claudia Elena Vásquez, y los tres reyes magos son los actores Rafael Novoa, Juan Sebastián Aragón y Moisés Angulo. También para su edición de Navidad Cromos transformó a un grupo de personajes en protagonistas bíblicos: la Virgen es la cantante del grupo de rock Aterciopelados, María Andrea Echeverry; San José es el alcalde Antanas Mockus y los reyes magos son el comentarista deportivo Edgar Perea y los animadores de televisión Fernando González Pacheco y Jota Mario Valencia.Para los lectores lo sorprendente no es tanto que las revistas quieran poner a posar a los famosos en actitudes que van desde lo original hasta lo ridículo, sino que los personajes acepten ponerse un disfraz, someterse a una sesión de maquillaje y permanecer ante la cámara durante horas. Ricardo Santa María, director de Diners, cuenta que cuando llamó al ministro Serpa y al embajador Frechette para pedirles que posaran, aceptaron de inmediato. "La única condición que pusieron era que no hubiera abrazos ni cogidas de mano", dice. La sesión de fotos demoró 15 minutos. En cambio, concretar a los directivos de las programadoras de televisión fue más difícil. Sin embargo, luego de unas cuantas llamadas, logró reunirlos. "Nadie puso ningún problema _dice Santa María_. Lo único que pidieron fue no hacer el ridículo". Del miedo que los famosos sienten de hacer el oso puede dar fe Jairo Dueñas, productor en la revista Cromos. "El mayor trabajo es convencerlos de entrar en el juego, dice . El secreto está en que una vez que acepten se les faciliten las cosas. Fuimos a las oficinas de cada uno, con un equipo compuesto por maquillador, fotógrafo, iluminador y el disfraz que habían elegido. Tratamos de que las tomas se hicieran rápido para que no tuvieran tiempo de arrepentirse". En cambio, para la fotografía del pesebre, el escenario fue construido en las afueras de Bogotá. "El alcalde quien es aficionado a disfrazarse no necesitó mayor maquillaje porque tiene el peluqueado de San José. Y Edgar Perea estaba tan entusiasmado que llegó con todo e incienso en la mano. Todos estaban muy posesionados de su papel", agregó Dueñas.Por su parte la directora de la revista Aló dijo que la sorpresa, cuando decidió realizar la foto del pesebre con personajes de la vida nacional, "fue que aceptaron de una. Aunque habíamos pensado que el general Rosso José Serrano fuera un rey mago, él prefirió ser San José". La encargada de la producción fotográfica, Gina Bennedetti de Santos, dice: "Los personajes colombianos son muy inhibidos, pero el general Serrano es un hombre que no le pone misterio a nada". Aunque los directores de las publicaciones estaban preparados para escuchar muchas negativas, la mayoría de los personajes elegidos ha hecho gala de un excelente sentido del humor. nn Todos le temen al oso, pero la mayoría acepta encantado.
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